sábado, 15 de diciembre de 2007


Navidad en la tierra, ...y en el azul intenso del cielo de la noche se confunden, el bullicio de cientos de almas con el centelleo de las cometas brillantes de los niños impacientes...
Si, algo va suceder, me lo dice el reloj que con sus pasos sentenciantes ese momento está augurando, conteniendo en un giro de agujas el reflejo de las miradas de todos los seres expectantes... el momento va llegar porque los corazones se han unido casi apretándose....
Navidad en la tierra, allá abajo nadie duerme, solo una dulce sensación recorre los cuerpos de todos los hombres, y con ella la noche se va quemando despacio.
Sorpresivamente como un animador desbordado nuevamente los minutos y segundo vuelven a escena, de repente todo se detiene por un instante, ... las miradas que se contienen, el aire que queda calmo, y el silencio que hace un más intenso, todo es sereno;...y titilan despacio en el rincón de la sala las luces del árbol que iluminan la imagen de un niño... que se entremezcla con una sensación de regocijo que inunda.
El tiempo esperado se ha consumido y con un gran sobresalto la quietud se esfuma en un instante... ha llegado ese momento y estalla en abrazos, en deseos, en felicidad....
Navidad en la tierra y en el cielo, telón oscuro de la noche,... allá arriba en la inmensidad profunda, las estrellas parecen mas brillantes simulando estar moviéndose a la suerte de una extraña melodía, exquisita música de una brisa fresca anunciando, ...que ha nacido un niño, Jesús, allá en Belén.

Autor: Arq. Gustavo Ariel Sturla,



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