viernes, 14 de diciembre de 2007

NUESTRAS CLASES DE TANGO TIENEN UN SENTIDO TERAPEÚTICO


Asisten a la clase personas mayores de 80 años que fueron enviadas por su médico (con problemas cardíacos, vasculares, con infarto de miocardio, Parkinson). La terapia a través del tango tiene una base médico- científico y su pilar es la utilización de la danza como terapia.
En el grupo aprenden “desde” como se presenta una persona, como se para, que actitud tiene frente a su compañero/ a de baile o cómo abraza.
La personalidad de cada participante entra en juego cuando baila. Hace cuatro años que estamos trabajando en el taller dándole mucha importancia a la salud de los adultos mayores (la mayoría asiste por indicación médica). Este género musical nos ofrece tres herramientas terapéuticas: el baile: lo más importante, la música: que es de sumo interés, y la poesía: en ella pueden encontrar razones que la ayuden a pensar en como es uno mismo, en sus propios conflictos.
Respecto al baile, hay cuestiones vinculadas con lo orgánico, como el desplazamiento y la actividad física y luego lo recreativo, como una técnica de expresión corporal.
El tango tiene algo específico, es un baile de abrazo cerrado, el verdadero tango, no el de escenario donde se rompe el abrazo y surgen los movimientos acrobáticos. El abrazo es muy importante, es como una metáfora de la vida. Observamos en las personas que a medida que pasa el tiempo cada una va encontrando la metáfora de su propia vida en el modo en como baila el tango. El abrazo desde un punto de vista psicológico desencadena un montón de sentimientos.
Las clases están planificadas en dos partes:
a-)El momento donde se trabaja sobre el baile.
b-)El momento donde nos sentamos y conversamos sobre las experiencias de cada uno en el taller. Cuentan sus vivencias y se observa sistemáticamente como la persona va progresando. Se hace notar a cada participante sus progresos, ellos mismos los van descubriendo.

Conclusión: Se observó en el taller alumnos con algunos niveles de rigidez por el uso de medicamentos mejoraron. El hecho de abrazarse a otras personas que nunca lo habían hecho estimula el avance en sus tratamientos, de un modo notable.
Enfermos cardiovasculares se sintieron muy cómodos y con notables mejorías.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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